Hace muchos años que nuestra familia comenzó un proyecto social en Ecuador, lugar donde nacimos, nos preparamos y formamos a nuestra familia. Creíamos y sabíamos que teníamos que trabajar y esforzarnos siempre para cumplir los sueños y triunfar, pero nada de eso sería importante sino lográbamos transformar el entorno y ayudar a los demás a mejorar. Solo así podríamos seguir adelante.
Los Isaías desde el principio –hace ya más de 100 años– habíamos colaborado con muchas organizaciones benéficas y con personas necesitadas, más sabíamos que teníamos que emprender algo más grande. Una acción que tuviese trascendencia y fuese realmente sustentable para la comunidad.
En nuestra ciudad miles de personas necesitaban todos los días más ayuda. No una ayuda pasajera, sino una mano amiga que les permitiera avanzar en la vida, mejorar su salud, su educación y que les brindara tranquilidad y seguridad.
Hoy han pasado muchos años y existe la “Fundación Nahím Isaías Barquet” en Ecuador. Nuestra familia se siente orgullosa, pero más que eso, nos sentimos completamente comprometidos para siempre. Ha sido una labor muy grande, de mucho trabajo, de inversiones, de angustias y también de alegrías. Ya son 52 años y está allí, con unos records impresionantes de atención y de solidaridad con la comunidad.
En los últimos años nosotros hemos tenido que vivir fuera de nuestro país como perseguidos políticos, pero ese compromiso con la gente está vivo y perdurará pase lo que pase.
Ahora en los Estados Unidos, y desde muchos años antes, nos propusimos ayudar a muchas comunidades, entre ellas a la querida y respetada comunidad cubana-americana. Gente que ganó nuestra confianza y recibió sin demora el apoyo financiero para poder prosperar. Nosotros lo hicimos a través del Republic National Bank, el cual habíamos adquirido en la década de los ´60.
Igualmente, aquí hemos creado programas de donaciones para instituciones que atienden a niños con graves dolencias, otras que ayudan a mantener y a desarrollar nuevos espacios de salud y otras que defienden a pequeños en situación de maltrato.
Todas estas acciones llevan el sello de la familia Isaías. Un sello que se fundamenta en los valores aprendidos y que se traduce en un compromiso con la comunidad y en respeto a la dignidad humana.